Miembro de la intelectualidad de la Barcelona de la Renaixença, de la que había heredado el flora-lisme y el retoricismo, hizo una defensa de la espon-taneidad y de la búsqueda de simplicidad lo que llegó a desarrollar en su «teoría de la palabra viva», con la que creó escuela. Hizo de su obra poética la vertiente literaria más conocida, aunque también destaca su importante producción en prosa, con más de 450 textos, entre artículos, ensayos, discursos, biografías y prólogos. Su activi-dad como periodista en el Diario de Barcelona y La Veu de Catalunya fue uno de los medios que le permitió proyectar una opinión que generó una importante influencia social. Tradujo a Goethe, Nietzsche y Novalis e introdujo así en Cataluña una buena parte de la poesía alemana. En la vertiente personal, Joan Maragall fue un hombre de raíces religiosas y una fuerte impli-cación política. Entre la Oda a España y el iberismo, su influencia siempre fue vigente en Ca-taluña de forma más o menos visible. Fue un personaje con múltiples contactos, con los que mantenía una extensa correspondencia de un interés que supera en mucho el hecho puramen-te anecdótico o biográfico. Uno de sus nietos es Pasqual Maragall, que fue alcalde de Barcelo-na y presidente de la Generalidad de Cataluña. Joan Maragall Gorina fue el hijo pequeño —tenía tres hermanas— del matrimonio formado por Josep Maragall Vilarosal y Rosa Gorina Folchi. Había nacido en Barcelona, el 10 de octubre de 1860, en la calle Jaume Giralt núm. 4, del barrio de Santa Caterina (Ciudad Vieja). Su padre era fabricante textil; en 1875 Joan Maragall, después de unos años de estudio, comenzó a trabajar como aprendiz en la industria familiar. Este fue un período que él mismo definió como «de infelicidad», ya que fue arran-cado de los libros justo al terminar el bachillerato para ir a trabajar en la industria. Fue un golpe muy fuerte para el joven Juan que, furtivamente, comenzaba a escribir poesías en sus ratos libres.